Javier Ghersi: La ciencia y filosofía detrás del buen café.

«Hacer café es más caro que hacer vino, pero para el cliente sigue siendo más barato. Eso tiene que cambiar.»

Tabla de Contenido:

Javier Ghersi es un profesional con una trayectoria consolidada en la industria del café de especialidad, reconocido por su enfoque estructurado en control de calidad, educación técnica y gestión operativa. Actualmente desempeña un rol estratégico como responsable de Quality Control EU & CM en TYPICA, plataforma que conecta directamente a productores y tostadores a nivel internacional. Su carrera se ha caracterizado por una evolución constante, orientada a la profesionalización del sector mediante la implementación de estándares, metodologías y sistemas de evaluación más precisos y adaptables a diferentes mercados.

Con certificaciones como Instructor Autorizado por la Specialty Coffee Association (SCA), Q Grader de Arábica y Q Robusta Grader, Ghersi ha combinado formación técnica con experiencia aplicada en empresas como Hola Coffee Roasters y La Colectiva Café. Su visión parte de un principio claro: la calidad es relativa al contexto cultural y comercial, y requiere de un análisis transversal para garantizar consistencia en mercados diversos. A través de su trabajo, ha contribuido a mejorar procesos internos, fortalecer equipos y establecer criterios de evaluación con impacto directo en la cadena de valor.

El liderazgo de Javier Ghersi se caracteriza por una aproximación pragmática. Define el crecimiento profesional como una responsabilidad colectiva que parte de objetivos claros, ejecutados con rigor técnico y sin perder de vista la sostenibilidad del sector. Su papel como educador, evaluador y coordinador operativo lo posiciona como un referente actual en un mercado que exige precisión, transparencia y capacidad de adaptación ante un entorno dinámico y altamente competitivo.

¿Quién es Javier Ghersi?

Javier es una persona inquieta, un apasionado del todo. Obsesivo con la mejora y con la implementación de cambios en cualquier ámbito, tanto profesional como personal. Considero que la visión que tengo del mundo es periférica, y me gusta aportar ideas sobre cómo mi vida evoluciona a la par del crecimiento del mundo, mientras las personas que me rodean se ven beneficiadas.

¿Podrías detallar los pasos clave que te llevaron a obtener las certificaciones de Instructor Autorizado de la SCA y Calificador Q de Arábica, y qué desafíos superaste en el proceso?

Definitivamente diría que el hecho de visualizarme como los referentes que tenía en ese momento fue clave. Cada certificación que obtenía iba de la mano con un objetivo, siempre con la intención de aportar algo a la industria y a mi propio crecimiento. Sin referentes no hay aspiraciones, y sin aspiraciones no hay evolución.
Uno de los desafíos más grandes fue enfrentarme al hermetismo de ciertos grupos que no permitían el crecimiento generacional en la industria. También, el hecho de que profesiones como la del barista o tostador aún no sean reconocidas como deberían en países como España.

¿Cómo ha influido tu experiencia en empresas del sector cafetalero como Hola Coffee Roasters y La Colectiva Café S.L. en tu enfoque actual como Quality Control EU & CM en TYPICA?

Fue un antes y un después. Cuando estaba en La Colectiva era prácticamente un adulto muy joven, lleno de ideas pero sin mucha estructura. Con el tiempo, he aprendido a ver ese recorrido como una evolución personal y profesional. En cada etapa me llevé algo distinto, desde lo más ingenuo y pasional hasta lo más pragmático y técnico.

Además de tus certificaciones, ¿qué otras habilidades o conocimientos consideras fundamentales para tu desarrollo profesional en la industria del café?

El liderazgo, la planificación y la capacidad de mirar todo desde fuera de la burbuja. En industrias tan de nicho como esta, es muy fácil perderse entre egos. Tener los objetivos claros es lo que te permite avanzar y no desviarte.

¿Qué consejo le darías a un profesional que aspira a seguir una trayectoria similar a la tuya en el mundo del café de especialidad?

Paciencia, dedicación, humildad y entrega.

¿Cómo equilibras la aplicación práctica de tus conocimientos con la continua actualización y aprendizaje en un sector tan dinámico como el del café?

Hay que estar actualizándose todo el tiempo. Lo que enseño hoy no es lo mismo que enseñaba hace unos años. Mi mente también ha evolucionado. En un sector tan cambiante, tenemos la responsabilidad de mantenernos al día para poder ser guías reales para los demás.

¿Cuál consideras que ha sido tu mayor contribución a la industria del café hasta la fecha, y qué impacto ha tenido en las empresas o profesionales con los que has trabajado?

Es difícil responder eso uno mismo, porque creo que el verdadero impacto lo sienten quienes han trabajado conmigo. Lo que sí puedo decir es que me he comprometido con la educación, con crear espacios de formación útiles y honestos, y con ayudar a construir equipos más fuertes. He podido aportar desde adentro en muchos procesos que han mejorado tanto empresas como las carreras de colegas.

En tu rol como Instructor Autorizado de la SCA, ¿cómo adaptas tus métodos de enseñanza para distintos perfiles, desde baristas principiantes hasta profesionales experimentados?

Siempre parto de lo mismo: lo que enseño tiene que ser útil en el día a día. Un programa educativo debe educar, no mostrar. Si hay que ir al nivel más básico, se hace sin problema, porque lo importante es que esa persona se lleve herramientas reales. Y con los profesionales con más experiencia, intento aportar nuevas perspectivas, ángulos distintos que les permitan reafirmar o reestructurar lo que ya saben.

¿Qué papel juega el control de calidad en tu trabajo diario, y cómo aseguras la consistencia y excelencia en los productos o servicios que ofreces?

El control de calidad es el núcleo de mi día a día. Actualmente estoy a cargo de un departamento completo y aplico todo lo aprendido en el pasado. La consistencia es clave para que un producto funcione en distintos mercados, y eso requiere entender que la «calidad» es un concepto relativo: lo que es calidad para un mercado no necesariamente lo es para otro.

¿Cómo ha evolucionado tu perspectiva sobre la gestión y el liderazgo en la industria del café a lo largo de tu carrera?

Muchísimo. Creo que he cambiado un 100%. Antes creía que liderar era simplemente dirigir, pero ahora sé que un buen líder crece haciendo crecer a los demás. Hay que dejar el ego a un lado y enfocarse en construir algo colectivo. Esa es la diferencia entre un jefe y un líder.

¿Cuál es tu visión sobre el papel del educador en la industria del café, y cómo buscas inspirar a tus estudiantes para que se conviertan en agentes de cambio y contribuyan al desarrollo sostenible del sector?

El educador es como una bisagra que une al consumidor con la industria. El café de especialidad todavía genera mucha distancia con el consumidor de café comercial, pero ahí el barista, como educador, tiene la oportunidad de crear puentes. Además, ahora tengo una mirada más completa: entiendo lo que pasa desde que el café es materia prima hasta que llega a la taza. Eso me permite hablar desde la experiencia y motivar a otros a mejorar su entorno mientras crecen ellos mismos.

¿Cuál es tu opinión sobre la creciente tendencia hacia los cafés de especialidad y cómo crees que está transformando la industria a nivel global?

Las tendencias van y vienen, pero el café de especialidad llegó para quedarse. A veces pienso que siempre estuvo ahí, pero no supimos apreciarlo. Ahora hay una nueva generación mucho más consciente de lo que consume, y eso está redefiniendo qué entendemos por «buen café».

¿Cómo abordas el debate sobre la subjetividad en la evaluación del café, especialmente en relación con la puntuación de 80 puntos, y qué alternativas propones para una valoración más objetiva?

Es una discusión necesaria. La puntuación de 80 puntos se ha convertido en un estándar rígido, cuando el café tiene muchas más capas. Por eso me parece fundamental integrar herramientas como el CVA (Coffee Value Assessment), que considera no solo lo descriptivo y sensorial, sino también lo afectivo y extrínseco. Eso nos da una visión más completa y justa del valor real de un café.

¿Qué papel juega la innovación en el desarrollo de nuevos productos y servicios en la industria del café, y qué ejemplos concretos destacarías?

La innovación es vital. Desde las nuevas aplicaciones de minerales en el agua para los brews, hasta plataformas como TYPICA que conectan directamente a productores y tostadores. También estamos viendo herramientas impulsadas por inteligencia artificial que ayudan a optimizar procesos productivos. Todo esto marca una nueva era para el café.

¿Cómo visualizas el futuro del consumo de café, y qué desafíos y oportunidades anticipas para los productores, tostadores y consumidores? ¿Qué mensaje clave te gustaría transmitir a los consumidores sobre la importancia de valorar el trabajo y la dedicación detrás de cada taza de café?

El futuro del café va a depender mucho de la conciencia del consumidor. Hacer café es más caro que hacer vino, pero para el cliente sigue siendo más barato. Eso tiene que cambiar.

Cada taza involucra el esfuerzo de muchas personas, y no es algo que se pueda devolver como si fuera una camiseta. Cada decisión de consumo puede hacerte parte del problema o parte de la solución.

Saber más sobre el café de especialidad

¿Qué aspectos de tu experiencia personal o profesional considerás que han moldeado tu pasión por el café y tu enfoque en la industria?

Los referentes familiares han sido clave. Mi mamá me enseñó sobre entrega y sacrificio, mi hermano sobre liderazgo, y mis tíos sobre estrategia y pasión. A nivel profesional, diría que mi personalidad obsesiva —en el buen sentido— me ha hecho avanzar rápido, sin miedo a lo que pueda venir. Mi pasión está primero.

Fuera del ámbito profesional, ¿qué actividades o intereses disfrutás y cómo influyen en tu perspectiva sobre el trabajo y la vida?

Como me dijo una persona muy especial en esta industria: trabajamos en lo que amamos, y por eso es difícil desconectar por completo. Pero he aprendido a disfrutar de cosas que me recargan: cocinar, el fútbol, los idiomas, viajar, la música y todo lo creativo. Aunque no siempre es fácil, trato de equilibrar.

Javier Ghersi ¿Qué valores o principios guían tus decisiones y acciones, tanto en el trabajo como en tu vida personal?

Humildad, amor, respeto, seriedad, lealtad y ética. Si algo no se alinea con eso, prefiero no hacerlo.

¿Cómo manejás los desafíos y el estrés en un entorno laboral exigente y en constante evolución como el de la industria del café?

Lo vivo todos los días. La única forma de llevarlo es tomando un día a la vez, aunque a veces cueste muchísimo. Y ser honesto con uno mismo: parar cuando se necesita, pedir ayuda y respirar.

¿Qué lecciones ha aprendido Javier Ghersi a lo largo de su carrera que considera fundamentales para el crecimiento personal y profesional?

Lucha por lo que quieres. Construye una carrera en un nicho que todavía no tiene forma clara. Piensa en el largo plazo, no te compares con nadie. Llorar es humano, pasar por épocas difíciles también. Cuando todo parezca cuesta arriba, mira dónde estabas hace un año y evalúa si esto tiene sentido para vos. Las cosas llegan, tarde o temprano. Cada camino es distinto, pero esa fórmula me ha servido mucho.

 

Nota:

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